Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer.

Es cuestión de comprensión.

Entreabrió los ojos.
La persiana estaba subida, y los rayos de luz incidían sobre sus sabanas.
Eran las 9:30 de la mañana, y ella estaba esperando a un dulce beso de buenos días.
Justo en ese instante, se abrió la puerta, era él con la mirada cortada pensando
-¿habré hecho bien en despertarla?- Y antes de decir una palabra, ella le dijo -no te preocupes, ya estaba despierta-, como si en aquel instante hubieran fusionado sus pensamientos en una sola mirada.

Se acercó, la dió ese beso tan esperado y la abrazó.
Fue un abrazo profundo, tan abismal que sería difícil de explicar con palabras.
¿Era un sueño , o un deseo?
Quizás su realidad.

-Persígueme y atrápame eternamente.
Abrázame y nunca jamás me sueltes.
Viajemos al país del tú y yo, felices por siempre donde nuestras almas permanezcan unidas millones de eternidades- .

Él no dejaba de darle vueltas, su coco impregnado de ideas absurdas de como jugaría el destino en sus vidas.
Eran momentos muy agradables, irresistibles.
Frecuentes en su atolondrada supervivencia.


-¿Te imaginas un fin, el fin de nuestras existencias?- preguntó él.
-Ella moriría sin tu mano para agarrarla- .


Gritaré tu nombre infinitamente haciendo eco paralelo al amor.
Sentirás cómo nuestros corazones acelerados e irreflexivos palpitan exentos.
No habrá un profundo hueco entre ambos, sino serán uno solo eternamente.

Eres cada instante del cuál respiro, eres mi amanecer y atardecer.
Quiero coger aire de tu boca, no sentir si no es tu latido, y el calor que sienta sea el de tu torso enlanzándose junto al mío.
Cambiarás mi forma de vida,
cambiarás la forma de verla.

Son tiempos difíciles para los soñadores, pero la aficción mútua creará esa conexión perpétua.



Escuchaste...
"La vida no es más que un interminable ensayo de una obra que jamás se estrenará", ¿por qué no aprovechar este trance anexo a mi pálpito?

Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer.
Es cuestión de comprensión.